viernes, 27 de enero de 2017

Miedo.

Te adaptas.
Crees que te adaptas.
Ríes, bromeas; pareces feliz.
Te dices: "los cambios son buenos".

Pero en realidad...

En realidad no te adaptas.
Te acostumbras, lo superas.
En realidad tienes miedo.

Miedo al cambio.
A lo nuevo, a lo desconocido.
Miedo a que cambies,
a que te cambien.
Qué dirán, qué pensarán.
Miedo a que te juzguen.

"Si no haces nada, no podrán decir nada."

Lo superas.
"No pasa nada."
"Estoy bien."

Pero en realidad...

En realidad lo soportas.
Lo intentas soportar.

Aun así, el miedo no se ha ido.
El miedo nunca se va.

------------------------------------------------------------------------------------------------

¡Buenas! Hace dos años que no piso por aquí. En fin, espero que los que esperabais leerme podáis perdonar mi ausencia.

Esto lo escribí un día de enero de 2016, en un mirador al que fui sola a grabar el atardecer. La verdad, ha pasado bastante tiempo desde aquel día y sinceramente no recuerdo exactamente en qué pensaba en ese momento para escribir esto. Aun así, sí que me hago una ligera idea de lo que se me pasaba por la cabeza en aquel entonces; algo muy distinto y a la vez muy parecido a lo que se me pasa últimamente.

Lo primero que quiero hacer es disculparme a todos aquellos que escriben de verdad. Esto lo he escrito sin ningún tipo de conocimiento de estética o algo semejante. Lo escribí tal cual está, malamente, en un cuaderno que me habían regalado hacía unos días que me apetecía estrenar. He pensado mucho en cambiarlo antes de subirlo, porque estoy segura de que ahora no lo escribiría así. Pero no lo he cambiado. Por mí ahora y por mi yo de entonces.

También escribo esto porque me he dado cuenta de que desde la última entrada que escribí en este blog (que sin tener en cuenta las entradas de la historia han sido exactamente 827 días), mi forma de pensar ha cambiado. Es verdad que no ha sido un cambio radical, pero sí que ha cambiado en muchos aspectos.

Pero aunque mi forma de pensar cambie, hay cosas que nunca cambian. Con esto me refiero al mismo problema de siempre; aquel que plasmé con bastantes fallos de redacción en la primera entrada de esta página. Hace poco recibí un comentario que me hizo pensar otra vez como aquel entonces. Ahora no volveré a escribir lo que pensé, pero si os sobra un rato podéis leerlo en la entrada en cuestión. Viene a ser algo parecido.

El caso es que sigue igual. Llegados a este punto el problema empieza a ser mio. No contenta con eso, soy incluso más insegura que antes. No lo entiendo, me va bien. No hay ningún problema en concreto que me atormente. No tengo ninguna razón concreta para encontrarme como me encuentro, triste de forma constante. Todo me da miedo. Soy consciente de que es lo normal, no es malo tener miedo. Son demasiadas cosas nuevas por las que siento tanta indiferencia que me da pavor.
Aun así, lo que más miedo me da es haberme dado cuenta de lo mal que se me da consolar a alguien. No soy capaz de decir o hacer nada que haga sentir bien a alguien que sé que está triste. No sé qué decir y me bloqueo. Últimamente en mis pesadillas aparece la gente a la que quiero perdiendo a seres queridos. Los veo desconsolados, llorando. Y no soy capaz de hacer nada. Los veo alejarse, desaparecer de mi vida. Eso me da más miedo aún.

Por eso he decidido que voy a intentar cambiar las cosas. Si no entiendo lo que me pasa, esperaré hasta entenderlo. Quiero volver a esa época en la que la gente me paraba para decirme que siempre sonrío. No es cuestión de autoestima, es cuestión de que cuando la gente me decía eso, siempre lo hacía sonriendo. Si la única forma que tengo de hacer sonreír a alguien es sonriendo yo, que así sea. Si no encuentro razones para estar triste, no lo voy a estar. Voy a sonreír tanto como quiero que sonría la gente que quiero. A lo mejor no será fácil, probablemente no lo sea en absoluto. Pero quiero intentarlo.

Bueno, a lo mejor suponer que sonriendo yo podré hacer sonreír a alguien ha sido un poco egocéntrico. A pesar de eso, estoy bastante segura de que con mala cara sí que será imposible. Llevaba mucho tiempo pensando en escribir esto, a lo mejor he hecho bien y todo.
Muchas gracias por leer hasta el final.

¡Saludos, y sed felices!

No hay comentarios:

Publicar un comentario